Amplificación
Creo que no hay nada que me conmueva más que lo que produce la unión de un equipo de personas que coordinan su pasión, disciplina, esfuerzo y concentración para buscar algo….
no saben lo que buscan con exactitud…
pero ponen todo lo que tienen en juego para que lo mejor emerja.
se sumergen en una disciplina donde la individualidad muchas veces distorsiona…
disgregan su producción en ingredientes bien individualizados pero que conviven en una construcción inabarcable, indescriptible, tan básica y simple visto a distancia, como infinitamente compleja al observar cada sector de lo producido.
no buscan la creación de algo del todo nuevo…
aceptan marcos que les permiten alinearse…
para compartir un escenario conjunto de creación…
la innovación en el mejor de los casos emergerá como resultado de todo lo puesto en juego.
no es una producción propia de una genialidad disruptiva…
emergen pequeñas disrupciones geniales mientras producen un todo consistente…
la horizontalidad del equipo… donde los egos están como mínimo suspendidos, manejados o sometidos… dado que no habría otro modo de lograrlo… o de hacerlo sustentable..
cada uno preocupado y ocupado en ser el mejor en su aporte…
en favor de la creación conjunta…
la creación conjunta como único medio que colma todos los aspectos de la vida…
con la tolerancia, con la sabiduría, la templanza que eso implica…
el manejo con maestría de lo individual y lo colectivo…
la conciencia subyacente del bien propio y el bien común, como el mejor de los bienes.
por momentos se ondulan… se turnan, saben esperar…
a la vez que aceptan y asumen que deberán pasar al frente
y cuando lo hacen saben que el equipo sigue ahí… siguiéndolos, acompañándolos…
listos para volver a la horizontalidad.