El coaching como complemento del outplacement
¿Qué es el outplacement?
En un mundo globalizado en donde las crisis, fusiones, compras y reestructuraciones de empresas se han convertido en moneda corriente, más allá de su tamaño y dotación, los procesos de desvinculación de colaboradores han tomado un significativo protagonismo.
Para algunas personas, el anoticiarse que han sido despedidos podrá resultar desafiante, para otros se puede convertir en la peor pesadilla de su vida, en donde no sólo se juega la pérdida de su trabajo, sino también la pérdida de identidad social por dejar de pertenecer a una determinada empresa o proyecto laboral.
La situación no es tan simple de resolver, y en ocasiones los procesos son más largos y complejos que los que los involucrados imaginan.
Algunas empresas, son poco contenedoras con estas situaciones, lo que termina convirtiendo al proceso de desvinculación en un tormento tanto para el colaborador, como para el jefe y el área de RRHH a cargo.
La práctica del outplacement va en aumento. Se ha convertido en una nueva área de negocio de muchos consultores especializados en procesos de RRHH, ayudando a las organizaciones a poder atravesar estos momentos de la mejor manera posible y por sobre todas las cosas, cuidando y comprendiendo a las personas afectadas.
Podríamos decir que el outplacement es una tarea por la cual una empresa decide contratar a una consultora especializada en el proceso de desvinculación de alguno de sus colaboradores cuando se decide prescindir de ellos.
El servicio de outplacement busca minimizar los conflictos emocionales y que el colaborador desvinculado se sienta reconocido por el interés que se muestra por él, percibiendo la nueva situación no como algo traumático sino como un nuevo desafío profesional, mediante una reformulación de su marketing personal.
Se trata entonces de reorientar la vida profesional de un colaborador, brindándole herramientas y técnicas que lo puedan ayudar en el diseño de su nuevo horizonte laboral, generándole una visión más optimista sobre su propio futuro y facilitándole que pueda reconocerse a sí mismo como el recurso más importante y valioso que tiene en esta nueva etapa.
Implica también una “readaptación” del colaborador actualizándolo sobre las nuevas realidades del mercado en función de su perfil profesional y su experiencia laboral. Esta readaptación cobra mayor sentido e importancia cuándo nos encontramos frente a muchos ejecutivos o colaboradores, que no tenían como práctica habitual comparar su perfil con las necesidades cambiantes del mercado laboral.
El proceso debe incluir una evaluación de las competencias, conocimientos, experiencias y aptitudes del colaborador que será desvinculado, y cómo puede potenciar al máximo sus cualidades profesionales.
Lo más importante de esta evaluación es la real toma de conciencia del colaborar sobre su propio potencial. En ocasiones se descubren las verdaderas vocaciones profesionales cuándo uno se permite reflexionar sobre lo que realmente desea de su futuro laboral.
Ahora bien, cómo podríamos vincular el coaching en este proceso que a priori parecería ser tan automático y lineal.
La clave justamente es poder ayudar al colaborador no sólo con una serie de herramientas que le permitan su reinserción laboral, sino que pueda verse a sí mismo en este proceso que lo ha tomado por sorpresa. La práctica del outplacement suele quedar limitada de recursos, si no se pone en primera plana al actor fundamental del proceso, que es ni más ni menos el propio involucrado.
La mirada del coaching sobre el proceso de outplacement intenta plantear una alternativa diferente y superadora, en donde la persona tenga la posibilidad de explorar sus verdaderas capacidades profesionales y aprender de la situación que le toca vivir. Lo que al principio puede que parezca un problema difícil de superar, luego pueda verlo como una posibilidad de mejora y aprendizaje, desactivando las clásicas frases como “¿porqué me pasa esto a mí?”
Para lograr este cambio de paradigma, es importante hablar y reflexionar sobre lo que pasó. Éste es un primer paso indispensable, quizá el menos placentero, pero es de suma importancia para poder emprender el resto del camino.
Es poco probable que podamos construir una visión de futuro en el colaborador si no cerramos el capítulo anterior en su vida laboral, que de una u otra manera le podrá posibilitar estar en una próxima mejor etapa.
En síntesis, la utilización del coaching le permitirá a la persona atravesar este proceso de outplacement o reinserción laboral, partiendo de la relación consigo mismo, con los otros y con el nuevo desafío que debe atravesar.
Tiene como eje fundamental su propio aprendizaje, que es en definitiva lo que perseguimos con una acción de coaching, pensada como un proceso de transformación de personas frente a los desafíos del cambiante entorno laboral.